sábado, 20 de septiembre de 2014

RIONEGRO DEL PUENTE – 1920.

         “Con la animación y religiosidad que en años anteriores, se ha celebrado  en ésta la gran romería de la “Carballeda”, a la que han concurrido infinidad de devotos y entusiastas de nuestro grandioso santuario.
         Las funciones de la iglesia, solemnísimas, así como la procesión. En ella, y acompañando a la efigie, figuraban casi todos los sacerdotes del partido, con su digno arcipreste.
         En las ferias, aunque se hicieron bastantes transacciones, se notaba la falta de cambios y ventas de ganado caballar y asnal a que nos tenían acostumbrados los gitanos, y a los que, cumpliendo órdenes superiores, las autoridades no dejan instalar en ningún pueblo.

         
- Han permanecido varias hora entre nosotros, acompañados de D. José Escudero (el simpático comerciante de La Coruña), el brillante cronista y distinguido redactor de EL NOROESTE ZAMORANO D, César Escudero, fundador del antiguo Defensor de Carballeda, y el inteligente administrador de EL NOROESTE don Maximiliano Santiago, quienes por las muchas felicitaciones recibidas observarían el gran cariño que por nuestro periódico se siente; por eso cada vez gusta más por sus campañas en pro de la enseñanza y de los medios de comunicación.

       
 - El artículo de fondo del núm. 16, dirigido al director de Comunicaciones, ha sido admirablemente acogido por todos los habitantes de la comarca, que, por vivir entre los modestos empleados de mezquinos sueldos, podemos apreciar mejor que nadie la imposibilidad de sostener éstos.-  C.”

martes, 2 de septiembre de 2014

“SANTUARIOS dedicados a la VIRGEN MARÍA en SANABRIA y CARBALLEDA” -1921. (por el padre #ÁngelRodríguezDePrada, agustino.)

El Birria.
….            Alegrías infantiles y bulliciosas por el mero hecho de ir a la fiesta, iglesias repletas de bote en bote por los fieles, misa solemne con muchos curas, procesión muy concurrida, mucho de tamboril y gaita, cohetes y bombazos; a veces, danzas pintorescas, en que los danzantes lucían sus habilidades y ligereza de piernas, loas a la Virgen y lazos caprichosos, y en esas danzas y bailoteos, como complemento indispensable para traer en jaque a la nube de chicos revoltosos que le seguían, el birria con sus tenazas enormes de madera que se encogían y alargaban alternativamente, como  para enganchar a los revoltosos muchachos, para quienes la birria, diabólicamente trajeado, era el número uno de la fiesta, son las únicas impresiones que de aquella edad tan llena de ilusiones conservo referentes a tales solemnidades y festejos tan animados y tan concurridos. Y después de los actos religiosos, la gente menuda, sin exclusión de la de más años y peso, a curiosear por entre las mil una baratijas y chucherías y puestos diversos de varios géneros, de que suelen estar abundantemente abastecidos los mercados que en los mismos días se celebran.



Antigua procesión de Las Victorias.
                En NUESTRA SEÑORA DE LAS VICTORIAS, en la Puebla, la fiesta principal, el día 8 de septiembre, reviste caracteres, por decirlo así, más aristocráticos, cual corresponde a la villa; capital y cabeza de partido. La imagen de la Virgen, esbelta y bien trabajada, es preciosa, de factura relativamente moderna, como el mismo título y advocación con los cuales se venera. La procesión es muy solemne, y en ella resalta por modo especial la venerada imagen de María, llevada en hombros de señores sacerdotes, cuyas fuerzas y aplomo han de equilibrarse solidariamente, ya porque la efigie es muy pesada, ya porque, fuera de la plaza principal, las calles de la villa son lo menos a propósito para lucir procesiones.
                Por las noches, principalmente en la de la víspera de la fiesta, no solía faltar el acostumbrado entretenimiento pirotécnico de fuegos artificiales, ingeniosos y divertidos, voladores con luces y lamparillas y bombazos atronadores, globos mongolfieras, tamboril y dulzaina. A estos festejos acudíamos chicos y jóvenes, sin duda con más interés y solicitud que a orar en el templo y encomendarnos a la Virgen; y por añadidura solíamos representar también escenas populares que no es el caso describir, siendo probable que actualmente, en una o en otra forma, se representen cada año escenas semejantes, pues resultaba una noche de jarana, tanto al ir de los pueblos cercanos a la villa, como mientras la función la duraba y las gentes se volvían a sus casas, pasada ya la media noche.

Virgen de La Alcobilla.
                De los santuarios o iglesias e imágenes respectivas que se veneran con el título de Nuestra Señora de la Alcobilla, en Rábano; de las Gracias, en Vigo, y de las Nieves, en San Ciprián, etc., siento no conocer más que el nombre. …

lunes, 23 de junio de 2014

Pro Sanabria – Recuerdos de 50 años ha. (1920) – III. LA LEYENDA DEL LAGO DE SANABRIA.

Pro Sanabria – Recuerdos de 50 años ha. (1920) – III. LA LEYENDA DEL LAGO DE SANABRIA.
(por el padre #ÁngelRodríguezDePrada, agustino.) .

“III  - RIQUEZA ACUMULADA en EL LAGO Y en EL TERA, PADRE e HIJO del MISMO .
            El origen del lago de Benavente, así dicho también por haber pertenecido a los condes de este título, debe de remontarse a los tiempos geológicos primarios, porque a los terrenos primarios, graníticos y de formación ígnea primitiva pertenecen aquellos contornos y montañas. Casi concuerdan con estos cálculos los consejos y leyendas populares respecto de la formación del lago, en cuyo fondo, según ellas, hallase sepultada una populosa y antiquísima ciudad anteprehistórica.  No todo ha de ser científico y rigurosamente histórico. El caso sucedió del modo siguiente:

            Ocurriósele una vez a Nuestro Señor Jesucristo presentarse en aquella gran urbe, que debía de tener poco de cristiana, en traje de peregrino, pidiendo limosna. Llamó a las puertas de todas las viviendas y en ninguna fue socorrido, hasta que por fin, con hambre, sudoroso y fatigado, llegó a la puerta de la casa que ocupaba el punto culminante de la ciudad; pero tan desprevenida  se hallaba la familia que la habitaba, que ni un pedazo de pan encontraron para socorrer, como querían al santo mendigo. Más dio la casualidad de que en los mismos momentos tenían la masa preparada y el horno encendido para cocer el pan de la semana.
            - Espere usted unos instantes, que voy a meter en el horno un pedazo de esta masa y prepararle un panecillo, una tortica, que la comerá usted tierna y caliente – dijo la dueña.
            - Dios se lo pague; esperaré – contestó el Señor.

            Y aquella buena cristiana cogió en sus manos, y con ellas arrolló y estrujó, un pedacito de masa, del tamaño de una nuez, y la introdujo en el horno. La masa, al cocerse, se esponjó, creció y creció tanto, que, al querer sacarla convertida en pan, se encontró la buena mujer con una hogaza tan grande que apenas cabía por la puerta de entrada. Dióle un vuelco el corazón a la solicita panadera, y le pareció mucho dar todo aquel pan al pobre que esperaba. Lo retira, sin decirle nada; toma otro trocito de masa, grande como una avellana; hace las mismas operaciones y … la hogaza apareció más grande que la primera. Siente aumentadas también las anteriores impresiones de avaricia; coge como un garbanzo de la masa que fermentaba en la artesa, repite la maniobra, y esta vez, la hogaza de veras que ya no cabía entera por la boca del horno.
            “Jesús, que prodigio¡ ¡Esto es un milagro¡ Ese pobre es el santo que lo ha hecho; y cargando con el asombro y con las tres hogazas, corrió escaleras abajo a postrarse a los pies del mendigo y contarle cuanto acababa de suceder.”
            El Señor se sonrió; la miró complacido y le agradeció la limosna.
            “En premio de esta obra de caridad – repuso el desconocido – quiero salvaros de la ruina que amenaza a esta ciudad; porque, excepto vosotros, ninguno en ella ha querido socorrerme. Va a ser destruida; salid inmediatamente con lo que podáis llevar a cuestas y situaos en aquel punto de la ladera de enfrente. Corrieron presurosos, porque el mandato urgía; y, puestos en salvo, el misterioso peregrino dijo con voz solemne y potente, que retumbó en las montañas: Aquí finco mi bastón: de aquí salga un gargallón.”
            Y un surtido inmenso de agua brotó en aquel punto, inundando calles, plazas y viviendas, mientras que la ciudad en bloque fue hundiéndose, hundiéndose hasta quedar sepultada en las aguas; y sólo fuera de ellas, como testigo de la catástrofe, la casa de la familia caritativa, que fueron los primeros los primeros habitantes y dieron origen al puebla de Ribadelago, quedando desde entonces formado aquel depósito de aguas cristalinas, renovadas constantemente por las que aporta el Tera y sus afluentes de mayor altura.
            Queridos paisanos: Vuestra sonrisa al no creer en la leyenda transcrita es muy natural, y demuestra que sois más ilustrados que los sanabreses de hace cincuenta años. Lo referido me lo contó entonces, con toda la sencillez y formalidad del caso, una criada que a la sazón servía en la casa de mis difuntos padres. Creo, si mal no recuerdo, que ya entonces me reí yo de la candidez de la crédula sirviente. Hoy podéis daros la satisfacción de una carcajada, considerando mis simplezas al traer a cuento fábulas desatinadas. No será la única que aparezca en estos apuntes y recuerdos.

            Los restos de la casa aquella que quedó fuera de las aguas aun se ven allí, en la llamada la isla del lago, y son, ni más ni menos, parte de los muros derruidos del pequeño palacio de recreo que en aquella isleta tuvieron los opulentos condes de Benavente. Pero servían de apoyo sólido a la narración de mi buena sirviente, que con ello me ha desviado del camino, sin permitirme entrar en materia.




domingo, 22 de junio de 2014

Pro Sanabria – Recuerdos de 50 años ha. (1920) – II.


Pro Sanabria – Recuerdos de 50 años ha. (1920) - II.
 (por el padre #ÁngelRodríguezDePrada, agustino.) 

“II  -  EL LAGO DE SANABRIA Y EL TERA .
            Este no nace de aquél, como erróneamente has escrito algunos geógrafos. El Tera viene  ya formado desde algunos kilómetros más arriba, en donde se encuentran las grandes hondonadas de praderas naturales y vegetación casi tropical, a pesar de la altura, denominadas las Cuevas de San Martín, rodeados aquellos contornos por montañas que forman un inmenso anfiteatro y convierten la cuenca baja en un reverbero de los rayos solares, determinando, hasta en el invierno, una temperatura suave y clima benigno.
            El pueblo de Ribalago, o Ribadelago, situado a la entrada del río en el lago, escucha constantemente el ruido de las cascadas con que el Tera se precipita, como buscando descanso en el inmenso depósito de aguas cristalinas, frías como agua de sierra, pobladas de peces variadísimos, de bogas, barbos, truchas y anguilas; en tanta abundancia, que, MIRANDO AL FONDO DESDE LOS PUNTOS ACANTILADOS DE LA ORILLA, A TRAVÉS DE UN ESPESOR DE VARIOS METROS DE AGUA,  SUS HABITANTES,  LOS PECES,  HORMIGUEAN COMO ENJAMBRES.
            Desde la entrada, por la parte superior, hasta la salida, por el Cañal, el Tera deja a sus aguas en libertad para que se marchen, jueguen y descansen y respiren con holgura con las compañeras y hermanas del depósito, ya oreadas por el viento y soleadas por los rayos del astro del día, y dispuestas a reanudar la faena de correr Tera abajo buscando al Duero porque instintivamente, y mejor que mis paisanos los sanabreses, SABEN QUE LA UNIÓN ES FUERZA, Y QUE CON LA FUERZA SE VENCEN LAS RESISTENCIAS.
            Hállase el lago encajonado entre dos altas montañas cuya pendiente, en su mayor parte, debe aproximarse a los 60º, casi unidas por el lado de Ribalago sin dejar entre sí más espacio que el cauce del río, estrecho y fortificado con bloques de granito. Por el lado opuesto, hacia la desembocadura, las montañas se rebajan y pierden toda su altivez, continuando la escabrosidad y quebraduras del terreno hasta Galende y montes de Quintana. Las puertas del lago, por donde el Tera sale a torrentes y como remozado, creo que con más caudal que entra, paréceme que no tienen más de unos 20 ó 25 metros de ancho.
            Perteneció el lago, como todos aquellos bellísimos contornos, al antiguo convento de Bernardos, de San Martín de Castañeda, situado en la ladera de la montaña del Norte como un balcón ciclópeo, desde donde se contempla la azulada superficie de las aguas y los accidentes maravillosos, poéticos y agrestes del inmenso panorama; de bellezas naturales tan sorprendentes como las que pueda presentar  la región más pintoresca de la superficie de la tierra.
            Los Bernardos construyeron  lo que se llama el Cañal. A través de la desembocadura, y cortando oblicuamente la corriente con bloques de granito como tirados al acaso, formaron un esbozo de presa para desviar parte de las aguas hacia la izquierda, en donde encauzadas por dos muros de mampostería que van estrechándose en forma de embudo, llegan aquellas a una desembocadura o canal de cosa de un metro de ancho, por cuyo extremo y a la altura de otro metro, poco más o menos, caían las aguas en una caja con fondo de tablas en forma de cañizo y coladera, con rendijas longitudinales entre tabla y tabla, por las cuales el agua se escurría, y los peces, incautos o curiosos, escallos, bogas, barbos y truchas, que jugando con el elemento líquido llegaban allí, quedaban en seco. Contábase, y debe de ser verdad, que los religiosos Bernardos, o el mayordomo de la Comunidad, para disponer de fresco exquisito a diario, no tenían más que mandar recogerlo en el Cañal todas las mañanas.
            En mi tiempo ya no había allí religiosos; aquello parecía completamente abandonado. Yo mismo, las veces que pasé por allí, no sin peligro, saltando de piedra en piedra, como gamo, para salvar los portillos de la presa rústica descrita y no caer en los torrentes de agua, recogía en un pañuelo la pesca que en el Cañal había, considerándola como vera nulius y sin dueño.
            El paisaje, así en conjunto como en los pormenores, es estupendo, grandioso, sin rival en punto a contrastes y bellezas naturales, digno de descripciones trazadas por la pluma de Pereda o por la de algún otro de los maestros en el arte. La mía no vuela tan alto, lo cual es motivo más que suficiente para prescindir de intentarlas y limitarme a cosas más prosaicas, a lo útil, sin tocar en lo bello.        

domingo, 8 de junio de 2014

MONUMENTO A LOS COMUNEROS - 1921.

            En la sección segunda del Congreso se han reunido los elementos que voluntariamente han tomado a su cargo la empresa de conmemorar el cuarto centenario de la jornada de Villalar.
           
            A la reunión asistieron  los comisionados del pueblo villalarense y los alcaldes y varios representantes parlamentarios de las provincias castellanas.
        Después de un cambio de impresiones se acordó por unanimidad: erigir un grandioso monumento en el Campo de Villamar, colocar la primera piedra del monumento el día 24 del próximo mes de abril y estudiar y gestionar la creación de un Museo-escuela-biblioteca que compendie recuerdos de glorias castellanas y que brinde  esperanzas de amor a la Patria, y, en fin, recabar para estas empresas el patronato de S.M. el Rey y la colaboración de personalidades caracterizadas por su españolismo.

          Para dar realidad a los anteriores acuerdos, fue designada una Comisión, presidida por el diputado a Cortes Sr. Zorita y formada por los Srs. Alfáu, Bullón, Esquella y alcaldes de las capitales castellanas y del pueblo de Villalar.”

... /... 


                  En 1972 D. Luis López Álvarez "cuenta la historia  de la revolución comunera, vencida por las armas del absolutismo imperial en 1521", en el libro Los Comuneros, (prologado por D. Vicente Aleixandre) poema épico que se populariza con adaptación, música y arreglos del Nuevo Mester de Juglaría de 1976.

          Es importante conocer nuestra historia para saber quienes somos:




DEPÓSITO DE HARINAS EN PUEBLA DE SANABRIA - 1921.

- Sección de Noticias.

           " Nuestro respetable amigo el senador por Zamora D. Felipe González ha establecido un depósito de harinas, de su fábrica Las Sorrilas, en Puebla de Sanabria, donde se venderla la mercancía al precio que se cotice en  los importantes mercados de la provincia."

LA PRONTA CONSTRUCCIÓN DEL FERROCARRIL DE ZAMORA A ORENSE.

 HERMISENDE – 1924 .
     “Ha despertado vivísimo interés en esta comarca la noticia de haberse formado una Comisión, compuesta de personalidades de Orense y Zamora, para conseguir de los Poderes públicos la PRONTA CONSTRUCCIÓN DEL FERROCARRIL DE ZAMORA A ORENSE. La iniciativa ha partido del digno presidente de la Diputación provincial zamorana, D. César Alonso.    -    Corresponsal.”

        

HERMISENDA, la HIJA de D. PELAYO.

 CASTRELOS DE HERMISENDE - 1924.
                “Hace unos días llegó el señor delegado gubernativo, quien se lamentó del estado deplorable en que se hallan los pueblos de estos contornos, y exhortó al vecindario a que sacuda la apatía o dejadez, para que, laborando todos juntos, puedan muy en breve conseguir la realización de la construcción de la carretera a Hermisende, mejora que prometió apoyar con decisión ante los Poderes públicos.

                Como dato curioso digno de mención, diré que, hablando con el señor delegado y el capitán de Carabineros de lo atrasado de este rincón, que recuerda su nombre las histórica Hermisenda, hija de D. Pelayo, al que, según la Historia, se le debe tal fundación, el señor conde de Obedos no pudo menos de responder que quizá desde aquella fecha no se haya vuelto a hacer nada en estas localidades.-   El Corresponsal.”

LA EMIGRACIÓN DESPUEBLA A SANABRIA Y CARBALLEDA - 1924.

                   
                 Las noticias que llegan a nuestra Redacción del partido de Puebla de Sanabria, son aterradoras y reveladoras de la precaria situación por que atraviesan aquellos desventurados ciudadanos.
              La cosecha de cereales ha siso casi nula, como igualmente la de patatas, que tiene gran importancia, y ante el negro porvenir de un desastroso invierno, por falta de obras, los vecinos emigran para América en cantidades enormes.
                      Es dolorosísimo ver partir, no solo a lo mejor de nuestra juventud, sino también a ancianos en busca de trabajo y ante la perspectiva del hambre.
                 Las obras públicas, que en otras regiones sirven para contener esa masa humna que tiene derecho a la vida, en la nuestra no se conocen, y cuando chillamos porque nos sobra la razón, nos esgrimen como obstáculo las dilaciones del expediente.
                El partido de Puebla tiene carreteras aprobadas desde hace muchos años. Díganlo sino la de Palacios a Astorga y la de Rivadelago a Sobradelo. Sin embargo, por causas incomprensibles, vemos que otras, conseguidas bastante tiempo después, ya se han ejecutado, mientras las nuestras se eternizan. ¿Que esto ocurre en otras provincias y no en la nuestra? Pero ¿es que lo que otros consiguen no lo podemos conseguir nosotros?
                No valen los buenos deseos, hay que demostrarlos con hechos, y la realidad es que las tramitaciones se hacen inacabables y que estas ejecuciones de obras, en las que tendrían trabajo  trabajo muchas personas, nunca empiezan.

sábado, 17 de mayo de 2014

VENTAJAS DE LA INSTRUCCIÓN – 1921.

            La instrucción es tan necesaria al hombre como sus alimentos. Sin ella es un ser inútil a la sociedad; está a merced de quien quiera engañarle, y su gran desconfianza hace que recele de quien se interesa por él y se entregue a quien pretende engañarle.

            Como barca sin timón, va donde las olas lo arrojan; cual fogoso potro sin brida ni freno, en su vertiginosa carrera, se asusta de una frágil rama y, cegado, cae al abismo que ante sus pasos se presenta.

            Miremos los habitantes de nuestras aldeas, esos pobres seres que, sin medios ni tiempo para instruirse, acostumbrados tan sólo desde su infancia a sufrir, pacientes, los ardores del sol o el rigor del invierno, labran la tierra con el sudor de su frente. Mirémosles en la sociedad, entre hombres instruidos, y los veremos atónitos, desconfiados, creyendo siempre que todos quieren engañarlos; enemigos de sus hermanos, pero fanáticos y llenos de supersticiones; negarán, en su interior, que el mundo, girando sobre su eje, presenta todos los puntos de su superficie al rey de los astros, pero creerán a ciegas en el poder sobrehumano de hadas y de hechiceras; negarán la ciencia y afirmaran la soñada realidad de los fantásticos cuentos que, cuando pequeños, les narraba la abuela  en las largas noches de invierno.

            ¿Son felices? No; vegetan. Ellos no viven.

            Cuando el sol aparece, disipando las sombras de la noche; cuando los pájaros, con sus gorjeos, saludan al astro del día; cuando las flores exhalan su delicado aroma; cuando el hombre culto siente su corazón lleno de poesía, el aldeano no siente nada, impávido mira ese hermoso cuadro con que la Naturaleza nos engalana y tan sólo espera la hora de comenzar sus labores cual máquina inconsciente.

            Cuando, al cerrar la noche, aparece el firmamento tachonado de brillantes estrellas, no reflexiona sobre los millares de soles semejantes al que nos alumbra; en los planetas no se ve mundos; el cometa para él es un signo nefasto que le predice peste, hambre o guerra; y si le habláis del sabio astrónomo que pasó sus noches estudiando, en su ceguedad será capaz de llamarle loco.

            El hombre que carece de instrucción se ve obligado a confiar sus secretos, sus negocios  a otro hombre, siempre que se trate de transmitir sus ideas por medio de la escritura, y  este hombre a quien se confía puede serle infiel y aprovecharse de sus secretos.

            Las ventajas de la instrucción son inmensas, tanto para el hombre como para la mujer; ella nos prepara para hacer más llevadera la lucha por la vida, y no debemos titubear en esparcirla a manos llenas siempre que esté a nuestro alcance, teniendo siempre presente que no hay mejor placer para el hombre que aquel cuya magnanimidad y nobleza de alma le eleva y purifica.”
                                                                                                                       
                                                                                                  AURELIO  MATO.  

            Puebla, abril 1921.


EL “MISTERIOSO” CASTILLO DE AVEDILLO DE SANABRIA . ( por el padre #ÁngelRodríguezDePrada, agustino).

            Contaba en 1921 el famoso padre #ÁngelRodríguezDePrada, agustino natural de #Cobreros, en ocho largos capítulos, por entregas, en EL NOROESTE ZAMORANO, la increíble historia del llamado “CASTILLO de AVEDILLO DE SANABRIA”:

            “El pueblo y sus campos. – Casi al extremo noroeste de la región sanabresa, y al límite de los poblados por aquella parte, al pie de los montes que suben a la Luciana, a Campo Espinoso y al alto del Geijo, en Sierra Segundera, en una cuesta que mira al sureste de la comarca, hállase asentado, y como descansando a la sombra de copudos castaños y de robles frondosos, el pequeño pueblo de Avedillo, rico en aguas finas y frescas, en vegetación exuberante, prados amenos, fértiles huertos y montes abundantes en maderas, leña y pastos, que son la base de una regular producción de ganados vacuno, cabrío y lanar, sin que falte, por otra parte el suficiente terreno de labranza para el cultivo de cereales, patatas, lino y hortalizas.”

            Nos sigue contando #ÁngelRodríguezDePrada, sobre:

            El castillo y sus alrededores.- Al oeste del pueblo, y no lejos de las últimas casas, álzase un montecillo semicónico, de unos 30 metros de altura sobre el nivel medio de las calles, poblado exclusivamente de robles seculares. A este robledal se le da el nombre heráldico de “Castillo de Avedillo”, que si en algún tiempo de las antiguas edades fue acaso asiento de algún edificio que mereciese tal nombre, actualmente ni rastros aparecen de edificación de edificación de ninguna clase, ni hay memoria más que del nombre, “el Castillo” …, no faltan consejas y leyendas populares, que tampoco en absoluto carecen de algún fundamento, como verá el curioso lector en los párrafos siguientes.

            Restos y rastros de venerada antigüedad.- Hasta hace unos cincuenta años, … existió …, un trozo (de terreno) convertido en matorral de zarzas, espinos y otros arbustos, sobre un lecho formado por un acerbo de piedras ocnadizas. El dueño de la finca determinó limpiar de piedras y malezas el terreno mencionado, sacando de allí centenares de morrillos y escombros. … aparecieron… piedras de molino …y … mis investigaciones arqueológicas …

            Por el lado opuesto, el vértice del cono apenas se destaca sobre el terreno colindante que, cortado por un barranco y en él un camino de carros y bestias, comienza a empinarse montes arriba, hacia la sierra. Suele aquel paraje, detrás del castillo,  encontrarse solitario, menos cuando los vecinos y pastores del pueblo suben o bajan por el camino con escasa frecuencia. De ahí que por los chicos de la localidad era mirado el paso aquel con un tal cual respeto medroso, a causa, sin duda, de ciertas narraciones que, si del todo eran supersticiosas, tenían mucho de fantásticas, muy capaces de impresionar a la imaginación. …

            Otros hallazgos.- Por el sector del Oeste … falló el terreno, se abrió un boquete y, conducida el agua hasta él, estuvo corriendo y entrando en la sima durante varios días, sin que la sima se llenase ni se viera salir el agua por ninguna parte. El terreno es granítico, y en tales terrenos no suelen encontrarse grutas o cavernas subterráneas …
            Como quiera que sea, el nombre tradicional del pequeño monte; los datos materiales que van enumerados, … la misma posición de la colina, desde donde se descubre y abarca con la vista una gran extensión de terreno y varios pueblos, Cobreros y Santa Colomba; San Miguel, Riego y Barrio de Lomba, La Puebla …, Lobeznos y la jurisdicción de Pedralba, etc, dan base para fundar una sospecha no temeraria de que, efectivamente, allí debió de existir, si no un castillo formal …, sí, por ventura alguna casa señorial, solariega o feudal.  … El asunto bien merece la pena de que allí, bajo la dirección de prrsonas competentes, se realizaran las excavaciones necesarias para salir de dudas.

            Congruencias y concomitancias posibles.- Sanabria fue una de las regiones de la Península que más se resistieron  a los principios de la dominación goda, contra la cual lucharon con denuedo los sanabreses, hasta que Leovigildo los sometió por la fuerza de las armas. …
            .. un castillo de los moros, … , telégrafo optico. …
            Ecos de la dominación musulmana.- … debió de dejar en Sanabria impresiones muy profundas, a juzgar por las narraciones populares, cuentos, cuentos, anécdotas, consejos y leyendas que entre el vulgo se relatan para entretener  el tiempo en las largas horas del sarano en las noches de invierno. …
            Volvamos después de esta digresión a nuestro castillo, real o imaginario, … y entremos más adentro, sólo por vía del entretenimiento, en el amplísimo dominio de las consejas populares.

            Cavilaciones sobre el mismo tema y más moros.- …la leyenda antigua de que el castillo, pues castillo había de ser, no tanto miraba a lo exterior cuanto a lo interior y subterráneo. Es decir que el monte estaba socavado y habitado en sus profundos seos. …
            No faltaba quien afirmase, como si los hubiera visto, que muchos, muchos años antes, se oían por allí ruidos como de telares en marcha y movimiento, martilleos y trabajos diversos. Que los moradores de aquellos antros, tejedores o carpinteros, eran moros legítimos, que allí se habían ocultado ante el avance vencedor de los cristianos; que disfrazados de cristianos, salían y entraban, no se sabe por donde, sin ser vistos por nadie ni conocidos después, como extraños ni moros, entre los habitantes de la comarca. …
            Había en Avedillo una familia de antiguo arraigo y posición económica más desahogada que la de los demás vecinos, … Las gentes tenían que explicarse de algún modo la causa y origen del bienestar relativo … y encontró explicación satisfactoria en el castillo subterráneo.
            Alguno de los  tatarabuelos del actual hacendado logró entablar relaciones comerciales con los moros de la caverna, y conquistó su confianza. En calidad de tratante de vacas iba con frecuencia a las ferias y mercados de Galicia, en donde compraba y reunía regulares manadas de reses, que conducía a través de la sierra Segundera, hasta descender a los montes espesos próximos al castillo, y allí se detenía si llegaba con luz y día, entreteniendo su ganado hasta la noche. A la mañana siguiente, sus vecinos le veían ocupado en los menesteres de su propia casa, y de las vacas de la víspera, ni rastro encontraban por todos los contornos. …
            Téngase en cuenta que en todo esto, … , entra por mucho el talismán de las artes de encantamientos, …
            He querido poner por escrito estas pequeñas e inocentes aberraciones del sentido común para que, siquiera una vez, corran la suerte de verse estampadas en letra de molde, ya que tantas otras extravagancias se imprimen que son de mayor tamaño y tienen menos de inocente. LO que no alcanzo es cómo los vecinos de Avedillo, o sus antepasados, no se han atrevido a ensanchar y completar la novela hasta explicar el misterio y patentizar el último desenlace.
            No lejos del famoso castillo, subiendo monte arriba, está la Peña del tamboril, …
            Pues bien; mis paisanos no han caído en la cuenta de que la Peña del tamboril puede ser precisamente la puerta de salida y entrada …

            Otros hechos menos imaginarios.- Queda ya indicado que el paraje y el barranco de detrás del castillo inspiraban cierto recelo, a lo menos a la gente menuda, a los rapaces, que no suelen usar de cobardías para husmear por todos los rincones. Y creo que aun la gente mayor no cruza por la vereda solitaria sin una tal cual preocupación supersticiosa, aunque los dos hechos con que voy a terminar pueden haber ocurrido sin que la dicha preocupación interviniese para nada y sólo haya en ello coincidencia de lugar.
            Conocía a un hombre de edad madura, serio, formal, de juicio asentado y recto, que no sabía lo que era miedo, y tan veraz, que no hubiera dicho cosa por otra.
            “Era yo joven, de dieciocho a veinte años – le oí referir más de una vez -, y, pasando por detrás del castillo, me encontré en medio del camino a un niño, como de siete a ocho años de edad, vestido todo él con un traje rojo como de sangre. Me llamó la atención, tanto por verlo allí solo, cuanto por a vestidura que le cubría. No ví más persona viviente por los alrededores. No era aquel niño del pueblo, cuyos rapaces y niños conocía uno por uno, ni me parece que pudiera ser de ninguno de los pueblos vecinos, Cobreros, Santa Colomba, etcétera. “Niño, ¿de dónde eres? – le pregunté. Y sin vacilar un momento, me contesto: “Del monte”.
            “No vi ni oí más, porque el niño desapareció de mi presencia sin ver por donde. Yo no creo – añadía – en esas cosas que se dicen del castillo, y, no obstante, nunca he sabido explicarme esa aparición, que aun después de más de treinta años que me ocurrió el caso, no se ha borrado de mi memoria ni uno de sus pormenores”.
            … Pero, ¿Cómo el muchacho se escabulló sin ser visto?
            El otro hecho, sucedió después que yo había salido del país, atendidas sus consecuencias, parece tener menos enlace con las leyendas del castillo; más ocurrió en el mismo lugar.
            Aunque Avedillo tiene su iglesia, bapterio y cementerio propios, es, no obstante anejo a la parroquia de Cobreros, en donde mora habitualmente el párroco. … En uno de estos días se encontró, esperándole a la puerta de la iglesia, a uno de los vecinos, que, saludándole cortésmente, le dijo:
-         Quisiera confesarme antes de Misa y comulgar en ella.
-         Si no te urge demasiado, déjalo para pasado mañana, que volveré más despacio; pues hoy tengo prisa.
-         Sí, me urge, señor cura; tiene que ser ahora, porque voy a morirme.

Y al cura le ocurrió la idea de si su feligrés estaba en sus cabales.

- Hombre – le replicó -, eso es más grave; pero, a la verdad, no tienes cara de enfermo.
- No hay remedio, señor cura; yo me muero.
- Vamos, ¿qué es eso? Explícate – le dijo con bondad el sacerdote, mientras abría la puerta de la iglesia.
- Mire usted, señor cura: en tal punto, detrás del castillo, ayer tarde, yo mismo, con estos ojos que ha de comer la tierra, vi la muerte, y la vi tal como la pintan: un esqueleto horrible, con guadaña en alto, amenazándome. Me muero, señor cura; me muero.

En efecto; aquel hombre falleció repentinamente a eso de las doce de aquella misma noche.
            El mismo párroco, que ya no vive, me contó, no sin emoción intensa, este sucedido tan extraño. …


Y basta de charla motivada por el problemático, misterioso castillo de Avedillo, sin cimientos ni muros, ni torres y almenares, representado tan solo por una modesta colina, cubierto de añosos y robustos robles. Charla que al lector habrá producido dolores de cabeza, pero a mí me ha proporcionado una agradable excursión por aquellos vericuetos.”

viernes, 11 de abril de 2014

“LA CARRETERA de PUEBLA a ASTORGA” – 1920 - "desde Muelas de los Caballeros".

                   
       
                               DESDE MUELAS DE LOS CABALLEROS.
                                               (De nuestro corresponsal.)

            Ha sido recibido con placer inmenso EL NORORESTE ZAMORANO, continuador de El Defensor de la Carballeda, y como viene a defender y sostener las mismas ideas,  todos lo leen con interés y esperan campañas beneficiosas para el distrito.
            Buena falta hace que se aferren a la petición de vías de comunicación, de las que estamos tan necesitados, así como, si es preciso, supliquen al digno representante en Cortes influya cerca del personal encargado de hacer el estudio del resto de la carretera de Puebla a Astorga, con el fin de que activen los trabajos, pues parece increíble que esta carretera, ya terminada en el límite de la provincia de León, en la llamada Portillada de Castro Contrigo, permanezca todavía durmiendo en la otra parte, en Carvajales, donde se dice que se estacionarán los trabajos, quedando nuevamente incomunicados.
            Es preciso levantar el ánimo de los hijos de estos pueblos, aniquilados por la política; es necesario avivar el entusiasmo y sacudir el yugo para que, en unión del Sr. López Monís, podamos tener la satisfacción de ver cruzar carreteras por estas humildes aldeas, cuyas bellezas son incomparables; es urgente  despertar y que, unidos todos, contribuyamos al desarrollo de la agricultura, al fomento de la ganadería y al mejoramiento de la instrucción primaria; LOS QUE VIVEN FUERA, porque tienen más motivos para reconocer  el abandono y más independencia para obrar, y LOS QUE AQUÍ VIVIMOS, porque debemos ayudarles y estimularles hasta conseguir que salgamos del estancamiento en que por negligencia nos tienen nuestros antepasados.

            Muelas de los Caballeros, 15-03-1920.                          A.P.

lunes, 7 de abril de 2014

CAMINO VECINAL DE MANZANAL DE LA LOSA AL PUENTE DE SANABRIA.

         “Excusado es decir que en una comarca desatendida de los favores y aún de las obligaciones de Poder público, como todo está por hacer, podría tocarse a rebato a diario para demandar cosas y más cosas. Pero como nos hacemos cargo de la realidad, nuestras solicitudes tienen que guardar una gradación.
            Hoy le corresponde el turno al camino vecinal  de Manzanal de la Losa al puente de Sanabria.
            Es de uso tan frecuente, que carballeses y sanabreses pasan por él, al menos, cada semana para ir al mercado, de lo que se ven privados muchas veces en invierno por falta de puentes y caminos transitables.
            Sabido es que Sanabria y Carballeda tienen un centro de abastecimiento en el puente, y por ende, júzguese de la precisión de camino tan importante, dadas las pésimas condiciones del actual, por el que no pueden circular carros, por ser caminos de herradura.

            ¿Lograremos que la fortuna nos acompañe en esta petición? “


domingo, 6 de abril de 2014

De CARTEROS, PEATONES y la falta de BUZONES .

           “De la misma manera que en uno de nuestros anteriores números nos congratulamos de que la Comisión de Presupuestos del Congreso, olvidándose por un instante de los matices políticos, hubiera acudido al auxilio del misérrimo estado del clero rural, tenemos hoy la satisfacción de tributarle un elogio semejante por LA ELEVACIÓN DE LAS CONSIGNACIONES ARBITRADAS PARA PEATONES Y CARTEROS.
                Imponíase esta mejora justísima, que en pocos sitios podrá ser tan apreciada como en nuestra provincia, por la escasez de medios rápidos de conducción de la correspondencia; y al acogerla con el júbilo con que se recibirá en muchos hogares, enviamos la enhorabuena a todos los agraciados.”

            - Cartero (hoy también cartera), “Es la persona cuyo oficio es repartir las cartas del correo”, (rae), pero a principios del siglo XX, sólo clasificaba, recogía y almacenaba la correspondencia en su casa u oficina.
            - Peatón era el “Valijero o correo de a pie encargado de la conducción de la correspondencia entre pueblos cercanos”, (rae), su labor estaba sujeta a la supervisión del cartero; ahora está integrado en la cartería,  y su nombre se ha perdido como oficio, pero fue muy apreciado “en nuestra provincia, por la escasez de medios rápidos de conducción de la correspondencia”.
            “Por el Diario Oficial del ministerio de la Guerra de 21 de  marzo, Sección de destinos, figura nombrado PEATÓN de MOMBUEY a MUELAS DE LOS CABALLEROS, con la dotación de pesetas 685,50, el cabo licenciado del Ejército D. Francisco Losada Vicente, y de MOMBUEY a MANZANAL DE ABAJO, con el de 312,50 pesetas, D. Juan Ferrero Bermejo.”
               “Hemos recibido varias cartas de nuestro partido en las  que se nos manifiesta que, por carecer de buzones, se ven precisados los vecinos de muchas localidades a tener que ira a depositar las cartas a otros pueblos, que distan  dos o tres kilómetros, y a veces más, y nos ruegan hagamos lo posible por evitarlo.
         A todos les contestamos que la colocación de esos buzones es de la incumbencia de los Ayuntamientos, y como el valor de ellos es insignificante, creemos que se trate de un olvido involuntario que, seguramente será subsanado.
                 Tampoco puede echarse la culpa a los dignos peatones, puesto que, como no existen depósitos, no tienen para que recoger la correspondencia.
               Colóquense en los Ayuntamientos o en las escuelas, y se verá como el mismo correo encargado del reparto recoge el que haya.”

LA TORRE DE MOMBUEY.

            EL NOROESTE ZAMORANO, periódico quincenal e independiente, defensor de Sanabria y Carballeda, (1920-1926), transcribe la información de “el prestigioso sanabrés, gloria de la arquitectura española” D. LUIS FERRERO TOMÁS*, (1868-1938), que informa que :

             “LA TORRE DE MOMBUEY no es árabe; es un ejemplar documento de arte valiosísimo, de carácter marcadamente gótico. Su silueta recuerda la torre románica de  Nuestra Señora de la Antigua, de Valladolid, y el que su flecha o cubierta sea de piedra, hace pensar en la influencia que ejercieron sobre el artista constructor las cúpulas de la catedral de Zamora y la torre del Gallo, de la de Salamanca, ambas bizantinas.
            Es la torre citada curiosísima, tanto por su carácter arquitectónico, cuanto por que era elemento defensivo, y así lo indica el matacán  que cubre el tercer hueco de la altura, hecho para batir la puerta y la escalera exterior.
            ¿Cuándo fue hecha? No es posible afirmar nada al respecto. Señalar el siglo XIII como ejecutada la edificación, es aventurado; sin embargo su traza y sus huecos ojivales parecen indicar esa época.
            No me atrevo a decir si es único ejemplar; más sí diré que es rara por su flecha o cubierta, hecha con piedra.

         Añadiendo “que, cuando sus muchas ocupaciones se lo permitan, irá a estudiarla detenidamente, a la vez que algunos otros monumentos, entre ellos la iglesia de Asturianos.”

            Ruega el Sr. Ferrero “que hagamos saber a nuestros paisanos que EN LA COMARCA EXISTEN BELLAS IGLESIAS Y DE ÉPOCA QUE DEBEN CONSERVARSE, pues con dolor recuerda derribos, hechos en su amada Puebla, de cosas artísticas e históricas.”


* Hijo  de ANTONIO FERRERO MONTAÑA (1819-1884), Farmacéutico en Madrid que nació y murió en la Puebla de Sanabria, y nieto de Pedro Ferrero, natural de Santiago de la Requejada y de Bernarda Montaña, natural  de la villa.  Sus descendientes son “LOS FERRERO”  Arquitectos de Madrid, que cuenta el catedrático Miguel-Ángel Baldellou en el libro del mismo nombre, editado por el Ayuntamiento de Madrid.

EL NOROESTE ZAMORANO, periódico quincenal e independiente,
defensor de Sanabria y Carballeda.  Año VI, nº: 122, 28-febrero-1.925.

© Mayte Romero Mato.


RECLAMANDO EL TELÉFONO - 1920.
“EL TELÉFONO:
            ASTURIANOS, MUELAS DE LOS CABALLEROS y VILLARDECIERVOS, por negligencia, carecen de este medio de comunicación tan indispensable en la vida moderna; y como su concesión, por ser justa, sería cosa fácil, rogamos a los Ayuntamientos de las respectivas localidades que ordenen, en sesión, implantarlo,  facilitando los postes necesarios, y que lo soliciten del director general de Correos y Telégrafos, quien, por ser de justicia, seguramente lo concederá.”
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         “Según nos afirman, se halla ya concedido el teléfono para Villardeciervos. Su instalación está pendiente de la falta de material.
            Mucho nos congratula tan agradable noticia, por los grandes beneficios que alos cervatos les ha de reportar.”         
 “DÍA DE JÚBILO – EL TELÉFONO EN VILLARDECIERVOS.
            El día 4 del presente mes recibimos en esta Redacción un despacho telegráfico, que nos inundó de alegría el ánimo. Era de nuestro corresponsal de EL NOROESTE ZAMORANO en Puebla de Sanabria, D. Julio Escudero, y decía así:
            “Inaugurada línea telefónica, tengo gusto transmitir primer telegrama. – Julio.”
            Quienes, como nosotros, han seguido paso a paso las peripecias y las dificultades que ha habido que vencer para dotar a los cervatos de este medio de comunicación, aprecian en cuanto vale la mejora conseguida por el ex diputado D, Fernando López Monís. El entusiasmo que pone en todos los asuntos vitales para el distrito ha sido el poderoso motor que ha obrado el milagro. ¡ Qué  de tal puede calificarse ¡
            A todos la enhorabuena.”

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